Kings of Convenience
Mishima
Jueves 22 de julio de 2010.
Poble Espanyol, Barcelona.
Unos meses después de su actuación en el Palau de la Música, Kings of Convenience volvían a Barcelona para participar en los conciertos de verano de esa mezcla de museo castizo y parque Disney que es el Poble Espanyol. Un grupo minimalista tocando en una España en miniatura.
Abrían la velada los locales Mishima, uno de los exponentes de la nueva hornada de grupos de pop catalanes próximos a la canción de autor. Aunque tuvieron una gran acogida entre el público a mi no me terminaron de llegar (alguien tendría que estudiar la influencia del ukelele hawaiano en la música catalana).
En el cambio de escenario entre un grupo y otro, la megafonía anunció que, durante la primera parte del concierto, no se servirían bebidas alcohólicas ni se permitirían tomar fotos. Esto se debía a una apuesta por encontrar ese ambiente tranquilo y relajado que caracteriza el sonido de este duo noruego de pop Indie formado por Erlend Oye (The Whitest Boy Alive) y Erik Glambek Boe. Apoyados en las armonías de sus guitarras acústicas, construyen melodías que fluyen entre letras susurrantes. Su lema lo encontramos en el título de su primer disco, Quiet Is The New Loud (2001).
Lamentablemente, en lugar de eso, la medida solo consiguió provocar algunos incidentes que obligaron a parar el concierto dejando una sensación incómoda y desangelada (tanto para ellos como para el público). Si bien la culpa pudo ser del excesivo celo de los encargados de la seguridad, creo que no era el escenario adecuado para ese tipo de pretensiones. Lo que puede ser magia en un pequeño teatro puede no funcionar igual ante grandes audiencias, eso de pedir a la gente que chasquee sus dedos en lugar de dar palmas...
Comparados por los medios con Simon & Garfunkle, aunque la delicadeza de sus discos deja ver un mundo interior burbujeante (mucho más evidente en el proyecto paralelo de Oye, The Whitest Boy Alive), en directo son bastante paraditos los dos, salvo cuando a Erlend le entra el gusanillo y se suelta con sus peculiares y simpáticos bailes, a medio camino entre la genialidad y el esperpento. Erik, por su parte, se mueve menos que un gato de escayola y apenas esboza algunas sonrisas algo forzadas cuando la situación se hace ya insostenible
Ya en la segunda parte del concierto, salieron a escena Tobias Hett a la viola y Davide Bertolini al contrabajo (que dejó en alguna ocasión por un bajo) para inyectar algo de vida a la criatura. Gracias a una selección de temas más acertados y a los bailes rarunos de Erlend, el personal se fue animando, llegando hasta a corear y aplaudir las canciones.
Para finalizar, una versión de la Pantera Rosa que, quizá para intentar borrar la imagen fría y distante que habían dejado los incidentes anteriores, Erlend bajó a bailar entre el público. Reyes de la conveniencia...
Setlist:
01. My Ship Isn't Pretty
02. Cayman Islands
03. Love Is No Big Truth
04. Singing Softly To Me
05. I Don't Know What Can I Save You From
06. Me In You
07. Mrs. Cold
08. 24-25
09. Know How
10. Stay Ouf of Trouble
11. Toxic Girl
12. Misread
13. Boat Behind
14. I'd Rather Dance With You
15. Homesick
16. Pink Panther Theme